lunes, 27 de octubre de 2014

Emprender porque sí

running man  Publicado en Linkedin, el 26/10/2014

“Emprender porque sí” es una supuesta razón para emprender, entre otras, con la cual me ha sorprendido un autor, cuyo nombre obviaré, asociándola con algún tipo de “corazonada” atribuible al emprendedor. En los últimos tiempos estamos acostumbrados a leer y escuchar tanto opiniones acertadas como otras “más osadas” como ésta, sobre la actividad emprendedora, sus beneficios, ventajas y la necesidad que la coyuntura económica impone para que cada uno trate de convertir su actual, o potencial, situación de desempleo en autoempleo.

Emprender, creando una situación de autoempleo, puede ser una solución pero no es seguramente la única solución y mucho menos la definitiva.

Se puede entender que la percepción existente de falta de perspectivas profesionales, principalmente para los jóvenes recién formados, esté generando una oferta expansiva de formación dirigida a emprendedores. Sin embargo, debemos reflexionar sobre la eficacia de los resultados de procesos formativos demasiado centrados en el desarrollo de capacidades empresariales y no tanto en las capacidades emprendedoras.

La capacidad emprendedora individual no se agota con la creación de una empresa o con el inicio de una actividad como autónomo. Además, las empresas que están en situación de contratar no están exclusivamente receptivas a personas con formación empresarial sino que valoran mucho más a personas con características emprendedoras, capaces de detectar oportunidades de innovación y dispuestas a impulsar su desarrollo. Cómo refiere Pedro Nueno en “Emprendiendo hacia el 2020”: existe un montón de innovación dentro de las empresas. Lo que ocurre es que no se transforma -deliberadamente- en negocio”.

Por lo tanto, no se trata de formarse para “emprender porque sí” sino de seguir un entrenamiento orientado al desarrollo de las capacidades que favorecen una actitud emprendedora en cualquier actividad laboral que uno desarrolle. Por supuesto no hay que menospreciar los aspectos de la formación técnica empresarial. Si uno quiere convencer a los demás a apostar por su idea, ya sea de nuevo negocio o de innovación, tiene que tener los conocimientos suficientes para al menos elaborar un“business plan” adecuado y, preferentemente, conocer las bases para su ejecución.

Por otro lado, si se trata de fomentar un proyecto e incentivar la participación de otros, sin caer víctima de la frustración por las dificultades iniciales, mantener la constancia y no quedar bloqueado frente a los sucesivos obstáculos que habitualmente surgen como efectos colaterales en el desarrollo de cualquier plan estratégico, ahí sí entran en juego las referidas capacidades emprendedoras, más que cualquier capacidad técnica empresarial.

Comunicar y relacionarse de una forma estratégica, planificada y entrenada, sin confundir espontaneidad con improvisación, en los diferentes niveles de interacción que condicionan las relaciones humanas, es la base de la metodología de Pragmática y Problem Solving (que tiene sus orígenes en la conocida Escuela de Palo Alto) para profesionales que pretenden emprender un recorrido profesional en entornos exigentes, por cuenta propia o ajena. Esto es lo que para nosotros significa trabajo en alta performance.

Con el propósito de transformar las ideas aquí expresadas en hechos, hemos creado un recorrido formativo específico, con apoyo y seguimiento individual durante y después de su realización, cuyo programa se puede consultar y descargar en el siguiente link: